La presión mediática y política, acrecienta el autoritarismo empresarial y fuerza a la mayo-ría social, asalariados, pensionistas, jóvenes, inmigrantes y mujeres, a la aceptación de lo inaceptable: cerrar el círculo de los Derechos Laborales y Sociales y plegarse a los resultados de la Concertación Social, sin respuestas significativas, más allá de ciertos resistencialismos en los ERE extintivos y, la creencia de alguna salida esperanzadora, basada en una retórica de “fe en el mercado”.