Ramón Fernández Durán, Luis González Reyes y Luis Rico García
Ecologista, nº 59, pp. 22-26, y en Materiales de Reflexión, nº 62 / Febrero de 2009
Este artículo nos presenta una visión de la crisis – y de sus posibles salidas- desde la ecología social y el compromiso medioambiental. Los autores plantean «castrar» la economía especulativa, pero con la conciencia de que esto no es la panacea para avanzar hacia «un mundo realmente sostenible, solidario y justo».
«Lo que es casi seguro es que se producirá (de hecho ya está ocurriendo) una fuerte concentración bancaria, lo que significa acumular más poder en pocas manos altamente irresponsables. Es decir, que unas pocas personas podrán seguir enriqueciéndose especulando con el dinero propio y ajeno. Además la especulación con lo ambiental se está barajando como una herramienta más de “salida” a todo esto, como es el caso del creciente mercado de compraventa de emisiones de CO2.
Por último, desde un punto de vista ambiental (y social si tenemos en cuenta a toda la humanidad) las políticas keynesianas no son salida a esta crisis, ya que se basan en un mayor despliegue del actual modelo productivo y territorial, y en el incremento del consumo.
Atendiendo a que una crisis es una oportunidad de cambio, es el momento de preguntarse si queremos seguir dejando que unos pocos especulen con los ahorros del resto, controlen los puestos de trabajo y tengan a la humanidad secuestrada.
Las políticas de castración de la economíca especulativa pueden abrir puertas para los cambios reales que necesitamos, con el objeto de vivir mejor y en equidad con menos; en paz con el planeta.»