Laura Vicente, profesora y catedrática de historia, se encargó de explicarnos cómo se organizó el grupo de «Mujeres Libres» entorno a la revista del mismo nombre para dar a conocer y sobre todo para contactar y crear redes y grupos de afinidad en otros puntos del Estado español. Laura nos contó que la iniciativa de la publicación «Mujeres Libres» fue de Lucía Sánchez Saornil pero en ella participaron más mujeres aunque, por desgracia, la mayoría de ellos no estaban firmados, sobre todo una vez que estalla la Guerra Civil. Fue precisamente la guerra lo que provocó que la recién nacida revista «Mujeres LIbres» no tuviera continuidad y el número de páginas variara. Laura Vicente hace mucho hincapié en la idea de que estas mujeres se esforzaron muchísimo para sacar adelante este proyecto comunicativo, y sobre todo para que fuera una revista hecha por y para mujeres. Los únicos hombres que colaboraron en la misma fueron Baltasar Lobo, como ilustrador, y León Felipe con algunas poesías. El objetivo de la revista, por lo tanto, era el de crear una red de solidaridad o afinidad de mujeres alrededor de una misma ideología: el anarquismo.
Una vez que la guerra estalla todo se precipita. Estas mujeres saben que la guerra no será breve y que requerirá la participación de la mujer, sobre todo en la retaguardia. Es ahí cuando ellas saben que tienen la oportunidad de acceder a aquellos campos de la vida social y política que antes habían estado reservado para los hombres. Algunas mujeres ocuparon puestos políticos muy importantes, como el caso de Federica Montseny. La guerra hizo que las mujeres valoraran su capacidad para tomar las riendas de sus propias vidas. Les habían repetido desde pequeñas que no podrían jamás hacer nada por ellas mismas. La historia demostró que esto no era cierto. «No era posible comenzar una revolución social sin llevar a cabo antes una doméstica».