Antonina Rodrigo, periodista e investigadora, nos relató entre vivencias personales muy emocionantes, cómo se desarrolló la actividad de la revista «Mujeres Libres» en el exilio. Según Antonina, la revista durante esta etapa es muy humilde. Las mujeres que deciden continuar sacándola adelante aportan lo poco que tienen para conseguirlo pero con la idea de seguir la línea que el proyecto comunicativo tenía hasta el estallido de la guerra. El primer número de esta revista ve la luz en 1.964 y está dirigido especialmente a las mujeres que han vivido y se han criado bajo el yugo franquista. «Debemos distinguir entre el ‘exilio exterior’, cuando te marchas de tu casa para salvar la vida, y el ‘exilio interior’, que es el que muchas mujeres de autoimpusieron para sobrevivir durante el franquismo. Muchas tuvieron que regresar a las iglesias, tuvieron que coger el velo y el rosario para disimular».
Antonina Rodrigo, cuyo trabajo más relevante sobre ‘Mujeres Libres’ ha sido la recopilación de la vida y trayectoria profesional de Amparo Poch, afirmó que la mujer ha sido y sigue siendo el cemento de las casas. Por eso en el exilio no existían suicidios de mujeres. Ellas no se lo podían permitir porque sabían que eran el pilar fundamental de sus familias.