Martha Ackelsberg, investigadora y profesora estadounidense, ha sido la primera de las ponentes en participar en las jornadas para hablar sobre los orígenes de la organización ‘Mujeres Libres’. Martha relató cómo estas mujeres, deseosas de poder participar en aquellas actividades reservadas solo para sus compañeros, se organizaron para reivindicarse dentro del propio movimiento libertario de los años 20-30.

«Las mujeres no solo sufrían la subordinación de clase sino también la de género». Por eso, en algunos pueblos de Cataluña comenzaron a formarse grupos de mujeres obreras que en principio tenían como objetivo acostumbrarse a hablar en público y discutir entre ellas los temas que les concernían y que querían que fueran tratados en las asambleas del sindicato. Sin embargo, las mujeres que se acercaban al sindicato lo hacían solo una vez. Generalmente se afiliaban pero ya no volvían a aparecer por allí. Por eso, algunas llegaron a la conclusión de que sería positivo crear un grupo específico para estas mujeres. Es cuando surge el Grupo Cultural Femenino de CNT. Paralelamente, Lucía Sánchez y Mercedes Comaposadas montaron un proyecto similar en Madrid. Los militantes de CNT veían con actitud negativa al grupo de mujeres. Según Martha, Lucía aseguraba que la mayoría de los anarcosindicalistas no tenían ningún interés en fomentar la participación de la mujer. Y es que en aquella España, la de aquellos tiempos, las mujeres eran las esclavas de los esclavos.