Parece que por fin, con el visto bueno de los sindicatos mayoritarios y de la patronal, el PSOE ya tiene su propio Reglamento de la Ley de Extranjería, Ley que el PP aprobó y modificó durante su mandato. Dicha Ley ya pecaba de discriminatoria y atentatorio a lo derechos fundamentales de las personas extranjeras, especialmente en los casos de entrada irregular y de la población sin papeles. Esta Ley consolida el papel del Estado Español de frontera-tapón de los flujos migratorios hacia Europa desde Latinoamérica y África, y el Reglamento no contradice esta política.