Mirando atrás, tras la proclamación de la Ley de Ordenación Sanitaria de Canarias (Ley11/1994, de 26 de julio), y con mas de 10 años por medio, ya son dos los planes de salud que han sido elaborados por y desde el Gobierno autónomo canario, con un bajo cumplimiento, en el caso del primero y sin que se llegaran a materializar una buena parte de los objetivos y acciones que se enunciaban para el periodo de vigencia. Personalidad similar ha tenido el segundo plan, más si tenemos en cuenta que el propio Parlamento de Canarias no ha sido capaz de discutirlo y aprobarlo, brindándonos una muestra del grado de parálisis política para dar respuesta a las necesidades sanitarias de toda Canarias.