“Quizás para nadie en el mundo nuestra democrática lengua tenga tanta importancia como para los trabajadores, y espero que más o menos pronto sean los tra-bajadores el apoyo más fuerte de nuestro movimiento. Los trabajadores no sólo experimentarán la utilidad del Esperanto, sino que también, más que los demás, sentirán la esencia y la idea del esperantismo.”

L. L. Zamenhof, iniciador del Esperanto en carta al “Der Arbeiter Esperantist” (1910)